El chocolate negro favorece la relajación El chocolate es un alimento tradicionalmente relacionado con la felicidad… y no le faltan motivos. La alta concentración en antioxidantes de la que hace gala el chocolate negro ayuda a la relajación de los vasos sanguíneos, reduciendo la presión arterial, mejorando la circulación corporal y favoreciendo una sensación de relajación, según la American Chemical Society. Las sustancias químicas contenidas en el chocolate pueden, además, replicar la misma sensación que sientes cuando te enamoras.
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Champiñones Los champiñones son una buena fuente de selenio, un nutriente que tiende a dejarse de lado en la dieta. Una deficiencia en selenio suele estar relacionada con el mal humor, por lo que mantener unos niveles adecuados de este mineral se asocia a un estado de felicidad y bienestar más elevado.
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Almejas, cuidan las emociones No en vano existe en inglés una expresión popular que, literalmente, reza «estar tan feliz como una almeja» («happy as a clam»). El motivo originario de esta expresión recae en el elevado contenido que este molusco tiene en vitamina B123, necesaria para la producción de dopamina y serotonina. Ambos componentes son neurotransmisores esenciales, que intervienen directamente en el estado de ánimo y las emociones.
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Nueces, aliadas de la serotonina Un superalimento incorporado muchas veces a nuestro día a día por su poder antioxidante y saciante. Las nueces son, además, grandes aliados en la producción de serotonina y, consecuentemente, de un estado general de calma y felicidad. Un estudio de las universidades de Barcelona y Rovira i Virgili concluye que quienes consumen nueces, avellanas y almendras de manera diaria –y con moderación— tienen una mayor concentración de serotonina que los demás.
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Con yogur, adiós tristeza El poder de los probióticos nunca debe subestimarse: las bacterias buenas contenidas en nuestro organismo se ven favorecidas por el consumo de yogur. Los yogures sin lactosa, además de ayudar a una digestión ligera, tienen otras virtudes ya que ayudan a tener una menor sensibilidad ante la tristeza y una menor tendencia a la llamada «rumination» (dar vueltas de más a las cosas que nos preocupan). El tipo de bacterias en nuestro tracto digestivo tiene influencia directa en el estado de ánimo, y por tanto conviene cuidarlo el máximo posible.
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Fruta de todo tipo La fruta y los vegetales también muestran una conexión directa con la felicidad. Según un estudio publicado en el British Journal of Health Psychology, consumir fruta aporta energía, calma y sensación de alegría no sólo de forma inmediata a su consumo, sino a lo largo de todo el día siguiente. Frutas altas en vitamina B6, como el albaricoque, además, sirven para reducir los riesgos de depresión entre los más mayores.
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Zumo de uvas contra la depresión El cromo es otro de los nutrientes que solo se suelen incluir en la dieta de manera colateral. Sin embargo, el cromo trabaja directamente con los reguladores del estado de ánimo del cerebro, y es un conocido rival de los síntomas de depresión atípica como comer en exceso o dormir de más. El zumo de uva es una excelente alternativa ligera para incorporar el cromo y los beneficios derivados del consumo de uvas.